jueves, 29 de noviembre de 2012

Estoy de vuelta por acá

Luego de mucho sin escribir me encuentro en este momento de mi vida viviendo situaciones nuevas, distinas.

En este caso, es el sentimiento hacia una persona que conocí hace unos meses. No hubo muchas cosas que hayamos vivido juntos, es más, puedo contar con los dedos de las manos la cantidad de veces que nos vimos, pero no es eso lo que importa sino la intensidad de esos encuentros.
Es alguien especial, diferente, distinta. Lo que me pasa cuando estoy con ella, no puedo describirlo, no lo sabría explicar: es una sensación muy linda.

Cuando no estoy con ella, siento que en cierta forma, que igualmente ella está ahi. Tuvimos una distancia de un par de meses, donde no nos comunicamos de ninguna forma. Ella decidió alejarse para replantearse cosas de su vida. Ese tiempo alejado, yo viví varios sentimientos antagónicos: primero bronca por lo que estaba pasando y no tener control sobre ese corte, luego un vacío que nadie más pudo llenar. Ella no estaba, pero aún así la sentía dentro mío.

Luego de ese tiempo decidí buscarla. No había tenido señales de su parte más que ausencia, sin embargo, sentía a su vez, que lo que había era orgullo, pero no del bueno, sino del malo. Cuando el orgullo se convierte en EGO. Dos personas que son orgullosas, implica que jamás se volverán a hablar. Sinceramente sentía que eso no estaba bien. No había pasado nada entre nosotros como para que nos dejemos de hablar.

Hice lo que sentí. La busqué. Su respuesta tardó un día y fue buena... El primer paso estaba dado, pero el reencuentro estaba aún lejano. Había dudas, cosas que conversar. Al mes nos vimos. El encuentro fue frío, con temores de los dos lados. Creo que ninguno de los dos sabía como reaccionar.
Si bien tenía claro lo que yo sentía, ella estaba shockeada. Contenta por verme, pero a su vez con temor por lo que podría llegar a pasar.

A los pocos días, volvimos a encontrarnos luego de un par de postergaciones. Ahí fue distinto. De a poco pudimos soltarnos y decirnos las cosas que sentíamos. Fue bueno, fue positivo. Nos fundimos en un abrazo, en un beso, en caricias. Por un momento las cosas volvieron a ser como antes.
Duró unos días y nuevamente nos distanciamos. Manejamos distintos tiempos. Mi ansiedad, mis ganas de verla, van más rápido que la necesidad de ella en resolver otros problemas. Como lograr el equilibrio? Como volver a estar en sincronía y poder entre ambos solucionar los problemas?

Son preguntas que uno tiene y que en este momento no sabría como contestar.